Tibia ya la luz por mi ventana,
como el amanecer,
vuelves a renacer inagotable
entre los rayos de tu anegada
claridad.
Te encuentro fugaz, casi furtivo
en el vientre azul de universo.
Duele el gorjeo de las aves
en su vuelo irregular sobre
la higuera, como duele
la lengua prensil del musgo,
que separa mi mano de tu cuerpo
irremediablemente ausente.
La memoria, mi memoria,
inventa daca día tu mirada,
tu sonrisa, tu palabra
delgada y suave
como suave mariposa.
Y en esos fragmentos
que aún quedan en la oscura
raíz del sueño, busco mi llanto
que se rompe y se disuelve
en las alas frías del aire.
Remedios Nieto Lorca.  "LOS ESPACIOS VACÍOS". 
Depósito Legal: BA-203-05
I. S. B. N: 84-609-5028
 
Entrañable y precioso poema, como todo el libro "LOS ESPACIOS VACÍOS", en el que la autora nos hace llegar todo su sentimiento, su ternura, su memoria, su esperanza,...
ResponderEliminarZara Pérez
La palabra hecha sensibilidad.
ResponderEliminarLa sensibilidad hecha elegancia.
La elegancia de la palabra... la palabra de Remedios Nieto Lorca.
Paco
Gracias, Paco y Zara, sois muy generosos conmigo.
ResponderEliminarUn abrazo