martes, 10 de noviembre de 2015

Naufragio



















Pareciera que emergiesen
del abismo. Mas es la oscura
piel del mar que los envuelve
trágicamente 
con su túnica de muerte.

El naufragio disloca el pulso.
El miedo anuda
las manos. Negras las manos,
amarillas, cobrizas, blancas…
las manos todas anudándose
como peces abatidos
en medio de los pasos lentos
de la noche.  

Difícil es saber si es linfa
o espuma
lo que les ahoga. Las aguas
todas
rugen mientras se vuelven
las cabezas que horadan
la profunda oscuridad.

Los ojos se centran
en la luz, se aferran al disco
rojo de la salvación. Pero
el hilo se rompe a veces,
y atrapa la vida
como un cepo furtivo.

Los suspiros se ahogan
sonámbulos
entre el ropaje húmedo
del amanecer.  

El frío tensa los cuerpos,
los macera en el agrio
brebaje de lo inexplorado.

El hombre ya no busca
sus heridas para curarlas:
las alivia
con bálsamo de muerte.


R. Nieto Lorca
“Tan cerca”
www.lorni.es


















2 comentarios:

  1. Tan triste como la vergonzosa realidad; salvo porque en el poema no hay nada vergonzoso, y sí una narración que ahoga. Enhorabuena. Saludos,

    ResponderEliminar
  2. Manuel, aún así, la "culpa" surge incluso después de lo expresado, por la impotencia que da no saber qué hacer al respecto. Es entonces cuando las palabras ahogan, dejando sólo un pequeñísimo orificio por donde pase el aire y la asfixia no sea completa.
    Triste lo que pasó y reflejan esas fotos. Triste lo que ha estado ocurriendo anteriormente, lo que ha ocurrido desde entonces y lo que seguirá ocurriendo de aquí en adelante, pues esto no tiene visos de que se acabe.
    Gracias por tus palabras. ¡Cuánto anima a seguir en este oficio!
    Un enorme abrazo

    ResponderEliminar