Lampedusa otra vez, y todos aquellos que les precedieron.
Porque sí importan.
Junto al embarcadero,
la noche enfática
y mineral.
Bajo los cansados pies
de la humanidad,
las aguas inquietas.
Sobre pétalos de arenas
inocentes,
los fríos cuerpos
hacinados en gavillas.
Las manos flotan
inánimes.
Los ojos, nidos
de alcatraces, se alzan
con ciega luz al silencio
ausente de las palabras.
Hablo de la existencia:
chasquido breve en el aire.
Hablo de la respiración:
cada paso transido
en un latido que estremece.
Hablo - otra vez -
del hombre: esfinge
de arena y hambre, muda
estepa de sueños, esférica
voz e imprecisa que, caoba
mana
del dolor y de la muerte.
Remedios Nieto Lorca
(Tan cerca)
www.lorni.es

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