Un número data
la evidencia. Una fecha
proclama en silencio,
proclama en silencio,
lo que ahora veo y sé
que pronto olvidaré.
Un lugar - qué importa
cuál - acoge un cuerpo
sin nombre:
D.E. P.
Por instantes imprecisos
siento la derrota de su ajena
mirada:
mirada:
una larva de muerte abisal
delata su presencia y recela
de su origen haciéndole caer
delata su presencia y recela
de su origen haciéndole caer
en el líquido engaño.
Dios viene casi siempre,
oculto en la penumbra
del ocaso. El hombre,
paradigma de inútiles
pasiones,
paradigma de inútiles
pasiones,
se sumerge en el valle
de la oscuridad y levanta
murallas contra sí mismo.
murallas contra sí mismo.
Dios, casi siempre, guarda
silencio. El hombre, como
todo lo finito
silencio. El hombre, como
todo lo finito
termina agotándose. Deja
que su pulso se diluya
por vastos mares
y espesuras,
y vuela
dibujando un vago
renglón como horizonte.
renglón como horizonte.
Dios, casi siempre, viene
oculto en la penumbra
oculto en la penumbra
del ocaso. El hombre
sólo proclama su piel
para rozarle.
para rozarle.
Remedios Nieto Lorca
(Tan cerca)

Este poema me incita a hacer la siguiente reflexión: la tragedia ocurre, durante un tiempo hablamos de ella, después se olvida y el terrenal que puede hacer algo, para que no vuelva a ocurrir, le da la espalda y se consuela diciéndose: " No es mi problema ".
ResponderEliminarY como si nada hubiese ocurrido.
Saludos
La asiduidad con que ocurren y se repiten las tragedias, y lo poco o nada que se atienden o se les da solución, José Eladio, hace que se vanalicen y nos olvidemos pronto de ellas.
ResponderEliminarTal vez debamos recurrir a la insistencia del "no olvido", para que no vuelvan a suceder.
Que se oigan las voces con ese compromiso en común, creo que puede surtir algún efecto. Con la tuya también.
Gracias por comentar.
Un saludo