A mi madre. In memorian
Qué cilicio tan hondo en el costado
Qué profundo dolor me habita el pecho:
hoy me ahonda dejándome maltrecho
vaciando su aguijón envenenado.
Hoy me arde este silencio acompasado;
me supura tu herida sobre el pecho:
ya duermes entre sábanas de helecho
en un sueño profundo y dilatado.
Me niego a renunciar a este cilicio.
Me niego a que este pulso se me apague
y mi voz se suspenda en el vacío:
hoy prefiero vivir en el suplicio
aunque mi alma deambule, sufra y vague
y sienta por tu ausencia escalofrío.
R. Nieto Lorca (lorni)
¿No te animas a escribir lo que sientes?
ResponderEliminarGracias, Mucha, por pasar por mi blog e invitarme a que escriba lo que siento.
EliminarDecirte, que el impacto de lo que está sucediendo ha sido tan brutal, que necesito de alguna distancia en el tiempo, para que, lo que escriba, no sea sólo emocional: deglutir y digerir cuanto está sucediendo, requiere de cierto orden mental, que es difícil conseguir en estos momentos. De todas formas, acabo de colgar un soneto que expresa, en cierto modo, qué cómo y cuánto siento en estos momentos.
Muchas gracias de nuevo y saludos.