lunes, 8 de septiembre de 2014

DECLIVE INTUIDO







Parece haber borrado su voz
el viento, no al sol, no a la nieve
en blanco y negro pretendida,
sino a la imagen, asiento sin nadie,
sin nada, entregado a la conjunción
de las horas y los usos,
                                          apresado
por la luz; prismática luz, en sí misma
vertical, casi
sonora, fuego blanco proyectado
entre el ramaje. Nívea luz,
entretejida
en la desnudez arbórea, temblor
vegetal helado,
                             apenas sostenido.

Así, a horcajadas,
sin nadie. Un intruso apostado
en vértebras de líneas
horizontales. Surtidor - tal vez
refugio - de caricias o naufragios
amorosos
                     de otro tiempo.
Breve aposento,
                               quizá,
de zureo de palomas. De sí mismo
desertado, desvencijado,
entumecido, lento...Sopor caído
al borde de los días,
fruncido tacto sobre el lecho
dilatadamente vacío.

Así,
sin nada y sin nadie, como brotado
del tiempo mismo, soporte de la voz
de la inclemencia. Retenido,
oscuramente coagulado,
sufrido pedestal sin techo
latiendo en ecos
                            de lluvia y pájaros.

Así,
sin nadie y sin nada, desposeído y solo
como verdad desnuda, como lámpara
a punto de extinguirse,
como punto final desdibujado,
silencioso - cámara interior que
ni muere del todo ni reposa - muriendo
lentamente con muerte interminable.


Remedios Nieto Lorca
(Almidón sobre la luna)

www.lorni.es


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